Si alguna vez has sentido molestias en tu boca, como una sensación de dolor en las encías acompañada de sangrado o simplemente sangrado al cepillar tus dientes, probablemente se trate de un problema periodontal que está afectando a tu salud bucodental. Este tipo de dolencias es silencioso en sus primeros estadios, cuándo la enfermedad avanza puede afectar a nuestra vida normal, ya que al masticar los alimentos o cepillarnos los dientes, las molestas se agudizan en nuestra boca y nos impiden disfrutar a la hora de comer por la movilidad dental, halitosis y sensibilidad.
Todo está relacionado con el tratamiento de las enfermedades periodontales, es decir, aquellas que se producen por la acumulación de placa bacteriana y sarro en el cuello de los dientes, la línea de la encía (gingivitis) y por debajo de este último acompañado de pérdida de hueso. (periodontitis).
Curetaje dental
Se trata de limpiar las bolsas periodontales que es donde se acumula el sarro y es lo que hace que el diente pierda firmeza y gane movilidad, llegando a perder los dientes si no se ponen remedios.
La superficie radicular es limpiada, a ser posible con aplicación de anestesia local, en profundidad de la placa y de las acumulaciones mineralizadas y posteriormente alisada. El tejido granulado en la pared de la bolsa es eliminado en el transcurso de la operación. De este modo se arrinconan los síntomas de la periodontitis.
Curetaje abierto
Cuando las bolsas alrededor de los dientes son muy profundas o difíciles de alcanzar, el curetaje cerrado no funciona bien debido a la falta de visibilidad. En estos casos, se realiza un curetaje abierto, que implica hacer un corte en la encía para acceder a la raíz del diente. Después de limpiar la raíz y eliminar tejido inflamado, se sutura la encía de nuevo. Aunque no regenera las estructuras, este procedimiento reduce inflamación, sangrado y decoloraciones, siendo una parte importante de la terapia quirúrgica periodontal.